Anales Castellanos
Primeros[1]: Doble y terrible derrota del primer Califa de Córdoba
En la era 977 [939], a saber, en la segunda feria
(lunes) a la hora tercia mostró Dios un signo en el cielo y el sol se convirtió
en tinieblas durante casi una hora en todo el mundo. Después, a los dieciocho
días, el séptimo de los idus de agosto [6 agosto] en el día que los cristianos
celebran a los santos Justo y Pastor, tercera feria (martes), vinieron los
cordobeses a Simancas con su nefandísimo rey Abd al-Rahman y con todo su
ejército y fijaron allí su campamento. Encontraron al rey Ramiro y sus condes
que salieron reunidos con él y con sus huestes, a saber: Fernán González y Asur
Fernández y otra multitud de guerreros. Ayudándoles Dios, cayeron sobre los
moros y mataron a espada ese día casi tres mil y quizá más; y allí fue
capturado el moro Abu Yahya. Dieciséis días después, el doce de las calendas de
septiembre [21 agosto], mientras los moros huían y trataban de salir de tierra
de cristianos, les salieron al encuentro en un lugar llamado Leocaput, junto al
río Verbera, y allí fueron dispersados los islamitas y bastantes fueron muertos
y despojados. Y se alegraron mucho los cristianos, porque volvieron con muchas
riquezas y se regocijaron de sus despojos y está llena de ellos Galicia y
Castilla y Álava y Pamplona, con su rey García Sánchez. ¡Gracia a Dios!
Texto musulmán
Kitab Amal al-a‘lam[2]
de Ibn al-Jatib
Luego Dios le afligió (a Al-Nasir) y le sometió a
prueba con la conocida batalla en que padeció duro trato a manos del enemigo de
Dios Radmir, hijo de Urdun, el día viernes 11 del mes de sawwal del año 327,
frente a la ciudad de Sant Mankas, en el país de los Rumíes (los cristianos),
después de una lucha que duró varios días y en la cual se desarrolló la pugna
entre ambas partes de la manera más violenta y ardua, llevando la iniciativa el
enemigo.
Los musulmanes experimentaron una derrota inaudita,
que fue suscitada por un grupo de hombres de la división militar que dependía
directamente de Al-Nasir, quienes, envidiosos de los favores que Dios le había
acordado, no le aconsejaron lealmente acerca de la conducción de la lucha,
sucediendo que al entrar en acción una vez más la caballería se descalabraron
las líneas de combate muslímicas. Entonces el enemigo compelió a los musulmanes
a replegarse hacia una fosa profunda, por la que se hace referencia a la
batalla. En dicha fosa fueron cayendo los hombres hasta que la cubrieron de
borde a borde.
Huyó Al-Nasir, abandonando sus campamentos, de los
que se apoderó el enemigo, con todos los pertrechos y demás elementos que en
ellos había. Ahí perdió Al-Nasir su Corán y su coraza, cosas ambas de un valor
inapreciable, que luego recuperó.
Cuando estuvo fuera de peligro, despachó a Córdoba,
de modo que llegaran antes del grueso de las tropas, una cantidad de milicianos
de su escolta, quienes comunicaron la buena nueva de que Al-Nasir se hallaba
sano y salvo, y, en cumplimiento de sus órdenes prepararon rollos y cruces a
orillas del río.
Al llegar a la ciudad hizo apresar alrededor de
trescientos hombres de la caballería, a los que clavaron en dichos rollos y
cruces, haciendo difundir Al-Nasir una proclama en la que decía: “Este es el castigo que corresponde a los que
han traicionado al Islam, engañando a su pueblo y sembrando la confusión en las
filas del ejército de la Guerra Santa”. Luego erigieron aquellos maderos
con las víctimas y las alancearon a la vista de la gente, hecho lo cual
Al-Nasir se fue a su palacio. Desde
esta campaña ya no emprendió otra personalmente. Más tarde Dios le favoreció
con victorias sobre los reyes cristianos y la toma de sus comarcas, como no lo
había hecho en beneficio de ninguno de sus predecesores.
SÁNCHEZ-ALBORNOZ, C. La
España musulmana, Op. cit., vol.
I, pp. 337-339.
Consulta de términos en glosarios, diccionarios, etc.
- Era Hispánica: esta sitúa el
comienzo el 1 de enero del 38 a .
C, relacionado con la conquista y pacificación de la península Ibérica por
Roma. Cuyo final es en el 716 de la Fundación de Roma.
- Partición del mes en el Mundo Romano: Los dividían en tres partes que se correspondían con las fases de la
luna.
o Calendas, fase de la luna nueva. Estas son el primer día de
cada mes.
o Nonas, luna en primer cuarto. Se corresponde con el día 7,
meses de marzo, mayo, julio y octubre, y en el resto de los meses con el día 5.
o Idus, luna llena. Caen en día 15, los meses, marzo, mayo,
julio y octubre, y en el resto de los meses en el día 13.
- Al-Nasir: Abderramán III
- Ramiro: Ramiro II rey de León
- Fernán González: conde de
Castilla.
- Asur Fernández: noble leones.
- Leocaput, junto al río Verbera:
Monleón y el río Yerbera.
- García Sánchez: hijo de la reina
Toda de Navarra.
- Abu Yahya: gobernador de Zaragoza.
- Radmir, hijo de Urdun: Ramiro II
hijo de Ordoño II de León.
Claves para comprender el documento
Esta compilación de trozos de autores
islamitas y cristianos ha sido cuidadosamente escogida. El resultado es una
obra de gran precisión histórica. El autor acude a las dos fuentes, la
cristiana y la musulmana. Sánchez-Albornoz deja hablar a los historiadores,
compiladores, cronistas, príncipes, místicos, alfaquíes, poetas, etc.; en fin,
a todos aquellos que dejan vislumbrar algo del íntimo vivir del Al-Andalus.
Texto cristiano:
“Anales castellanos primeros”. Así llama Gómez Moreno al antes denominado “Cronicón de San Isidoro de León”, breve relato en forma de anales del siglo X, que comprende desde la predicación de Mahoma hasta la batalla de Simancas (939). M. Gómez Moreno, “Anales castellanos”. Discurso de recepción en la Real Academia de la Historia (Madrid, 1917) Págs. 23-24.
Está escrito en un momento trascendente de la expansión de los reinos cristianos y propio de la labor de exaltación de los cronistas (S X).
“Anales castellanos primeros”. Así llama Gómez Moreno al antes denominado “Cronicón de San Isidoro de León”, breve relato en forma de anales del siglo X, que comprende desde la predicación de Mahoma hasta la batalla de Simancas (939). M. Gómez Moreno, “Anales castellanos”. Discurso de recepción en la Real Academia de la Historia (Madrid, 1917) Págs. 23-24.
Está escrito en un momento trascendente de la expansión de los reinos cristianos y propio de la labor de exaltación de los cronistas (S X).
Texto musulmán:
Gestas de los hombres ilustres. Escrito en su huida al Magreb donde murió en 1374. José Lirola Delgado: “Ibn al-Jatib, Saber y poder en la Granada nazarí”.
Al contrario que el texto cristiano, esta escrito en momentos de crisis y de continuos enfrentamientos entre islamitas, el autor glosa en este texto a los antiguos dignatarios musulmanes.
Gestas de los hombres ilustres. Escrito en su huida al Magreb donde murió en 1374. José Lirola Delgado: “Ibn al-Jatib, Saber y poder en la Granada nazarí”.
Al contrario que el texto cristiano, esta escrito en momentos de crisis y de continuos enfrentamientos entre islamitas, el autor glosa en este texto a los antiguos dignatarios musulmanes.
1) Clasificación del documento
La versión cristiana. Anales Castellanos Primeros:
Doble y terrible derrota del primer Califa de Córdoba. Anales castellanos
primeros es el titulado antiguamente Cronicón de San Isidoro de León, breve
relato en forma de anales del siglo X.
La versión islámica. Kitab Amal al-a‘lam de Ibn
al-Jatib. Gestas de los hombres ilustres, escrito por Ibn al-Jatib en el siglo
XIV en el Magreb, donde murió en 1374.
Los dos textos son documentos públicos. El cristiano
puede considerarse una fuente primaria. El texto musulmán escrito en el siglo
XIV puede clasificarse como una fuente secundaria.
Ambos textos se pueden clasificar por su temática,
como histórico-literarios. El texto
musulmán aunque fuente secundaria, no se puede considerar una obra de historia
con finalidad investigadora y científica.
La obra recopilatoria de Sánchez Albornoz es
Historiográfica y por la tanto una fuente secundaria.
2) Esquema del texto (o análisis del texto)
En el fondo del texto cristiano esta el
contenido divino de la victoria.
La idea principal del texto es la victoria de los
cristianos unidos; el rey Ramiro y sus condes que salieron reunidos con él y
con sus huestes, a saber Fernán González y Asur Fernández y otra multitud de
guerreros. Ayudándoles Dios, cayeron sobre los moros y mataron a espada ese día
casi tres mil.
Otra idea, esta secundaria, es el botín, unos de los
objetivos de la victoria, tan necesario para la vida de los reinos cristianos;
mientras los moros huían y trataban de salir de tierra de cristianos, les
salieron al encuentro y bastantes fueron muertos y despojados, obtuvieron un
gran botín, que llega a Galicia, Castilla, Álava y Pamplona. Gracia a Dios.
También en el texto musulmán la idea de que
Dios esta sobre todo, Dios le pone a
prueba con la derrota, pero más tarde le favorece con victorias sobre los reyes
cristianos y la toma de sus comarcas como no lo había hecho en beneficio de
ninguno de sus predecesores.
La idea principal es la derrota inaudita motivada en
este caso por la traición de parte de sus tropas, producto de la envidia a los
favores que Dios había otorgado a Abderramán.
La otra idea del texto es consecuencia de las
anteriores, el castigo para los que han traicionado al Islam, a la guerra
santa, es el mismo contenido ideológico.
3) Comentario propiamente dicho
a) Contexto histórico
El medio siglo de anarquía musulmana había permitido
a los reinos y condados cristianos afianzar y extender sus fronteras,
especialmente en la parte occidental y en la zona este de los Pirineos, donde
pamploneses y asturianos llevan a cabo una política conjunta frente a Córdoba y
contra los caudillos semi-independientes de Zaragoza, a los que se unirán en
ocasiones contra los cordobeses.
Los avances de Alfonso III de León por el norte de
Portugal, fueron continuados por Ordoño II, que resistió el ataque del emir
sobre San Esteban de Gormaz y atacó Talavera, al tiempo que Sancho Garcés de
Navarra saqueaba, Nájera, Tudela y Valtierra. Ambos son derrotados por el emir
en Valdejunquera (920).
La división de los musulmanes facilitan el avance de
los cristianos y estos se detienen por falta de acuerdo entre reyes o por
problemas internos de reinos o condados. Las luchas por el poder en León a la
muerte de su rey Ordoño II (924), dejan aislado al monarca navarro cuya capital
es saqueada por el emir.
Cuando Ramiro II de León logra unir a la reina Toda
de Navarra y al conde castellano Fernán González, reunidos, derrotan al califa
en Simancas (939). Tras la muerte de Ramiro II, será cuando el califa explotará
la rivalidad entre Castilla y león; también entre los pretendientes al trono
leones, y entre la monarquía Navarra y los reyes leoneses, en un intento de
dividir y lanzar a unos cristianos contra otros, de forma que las fronteras
musulmanas no sean molestadas.
b) Comentario de las ideas principal y secundaria
Vemos como en los dos textos la idea del apoyo
divino es utilizada. Se da importancia en el texto cristiano a la unión. En Simancas derrotan al ejército de Abd al-Rahman, el rey Ramiro II de León,
Fernán González, Asur Fernández y otra multitud de guerreros. Entablada la
batalla, se produjo, al parecer, la defección de una parte del ejército
musulmán. Que serán castigados por haber traicionado al Islam
El botín era muy importante para la vida de los
reinos cristianos, mientras los moros se retiran, les vuelven a atacar y son
despojados de sus bienes, precisamente aprovechándose de la retirada,
obteniendo un gran botín, que llega a Galicia, Castilla, Álava y Pamplona.
c) Acontecimientos relacionados
Se convierte el califa en árbitro de las querellas
entre cristianos. Abd al-Rahmán y al-Hakam II lograron la sumisión de los cristianos
a través de una hábil política intervensionista, acompañada cuando era preciso
del envió de expediciones militares, en los años de minoridad de Hisham II
(976-1013), en que Almanzor fue su administrador, alternó la diplomacia con las
campañas de castigo, que tienen objetivos religiosos y económicos.
4) Conclusión.
El texto es importante por ser este un periodo
histórico sin demasiadas fuentes. Su fiabilidad está en función de la de sus
autores, que indudablemente son parte interesada.
El autor musulmán llegó a ser visir de la corte
Granadina (S. XIV) y en el libro de historia que recoge el texto glosa las
glorias pasadas de la estirpe gobernante.
En cuanto al texto cristiano recordemos que la idea
de la unidad de España bajo la dirección de los reyes
astures-leoneses-castellanos, tiene en Covadonga su punto de arranque y en los
cronistas mozárabes del siglo IX los primeros defensores, cuyos pasos seguirán
casi todos los cronistas medievales y numerosos historiadores.
Lo indudable es que con enfoques diferentes, ambos
textos coinciden en la gran derrota que sufre Abderramán.
**Os recuerdo que es un ejemplo y no un modelo estricto e inmutable**.
Comentario del texto nº 3. Tema VII
(Así podría quedar la redacción final del
comentario)
“Los anales castellanos primeros”
fueron titulados antiguamente “Cronicón de San Isidoro de León”; son breves
relatos en forma de anales y fueron escritos en el siglo X. Las “Gestas de los
hombres ilustres”, fue escrito por Ibn al-Jatib en el siglo XIV en el Magreb,
donde murió en 1374.
Los dos textos son documentos
públicos. El cristiano puede considerarse una fuente primaria. El texto
musulmán escrito en el siglo XIV, una fuente secundaria. Se pueden clasificar
por su temática, como histórico-literarios, el texto musulmán aunque fuente
secundaria, no se puede considerar una obra historiográfica con finalidad
investigadora y científica.
Lo que subyace en el texto cristiano
es el apoyo divino que reciben, aunque la idea principal del texto es la
victoria de los cristianos unidos; el rey Ramiro y sus condes salieron reunidos y con sus huestes, ayudándoles
Dios, cayeron sobre los moros y mataron a espada ese día casi tres mil. Otra
idea esta secundaria, es el botín, unos de los objetivos de la victoria; mientras
los moros huían les salieron al encuentro y obtuvieron un gran botín. Gracia a
Dios.
También en el texto musulmán es
importante el apoyo divino, en este caso Dios pone a prueba a Abd al-Rahman con
la derrota, pero más tarde le favorece con victorias sobre los reyes cristianos
como no lo había hecho en beneficio de ninguno de sus predecesores. La idea principal
es la derrota inaudita motivada en este caso por la traición de parte de sus
tropas. La otra idea del texto es consecuencia de las anteriores, el castigo
para los que han traicionado al Islam.
El
medio siglo de anarquía musulmana había permitido a los reinos y condados
cristianos afianzar y extender sus fronteras, especialmente en la parte
occidental y en la zona este de los Pirineos, donde pamploneses y asturianos
llevan a cabo una política conjunta frente a Córdoba y contra los caudillos de
Zaragoza, a los que se unirán en ocasiones contra los cordobeses.
Los
avances de Alfonso III de León por el norte de Portugal, fueron continuados por
Ordoño II, pero ambos fueron derrotados por el emir en Valdejunquera en el año
920. La división de los musulmanes facilitan el avance de los cristianos y
estos se detienen por falta de acuerdo entre reyes, o por problemas internos de
reinos o condados. Las luchas por el poder en León a la muerte de su rey Ordoño
II en el 924, dejan aislado al monarca navarro cuya capital es saqueada por el
emir.
Cuando
Ramiro II de León logra unir a la reina Toda de Navarra y al conde castellano
Fernán González, reunidos derrotan al califa en Simancas en el año 939. A la muerte de Ramiro
II el califa explota la rivalidad entre los cristianos en un intento de dividirlos
y enfrentarlos, para que las fronteras musulmanas no sean molestadas.
Dios apoyaba a los cristianos, reunidos,
dirigidos por el rey Ramiro II de León, que con sus condes, Fernán González de
Castilla, Asur Fernández de León, sus huestes y otra multitud de guerreros,
derrotan en Simancas al ejército de Abd al-Rahman, que es puesto a prueba por
Dios. Entablada la batalla, se produjo, al parecer, la defección de una parte
del ejército musulmán, que mas tarde castigará el Califa por haber traicionado
al Islam. El botín era muy importante para la vida de los reinos cristianos,
mientras los moros se retiran, les vuelven a atacar y son despojados de sus
bienes, precisamente aprovechándose de la retirada, obteniendo un gran botín,
que llega a Galicia, Castilla, Álava y Pamplona.
Se convierte el califa en árbitro de
las querellas entre cristianos. Abd al-Rahmán y al-Hakam II lograron la
sumisión de los cristianos a través de una hábil política intervensionista,
acompañada cuando era preciso del envió de expediciones militares. En los años
de minoridad de Hisham II (976-1013), en que Almanzor fue su administrador,
alternó la diplomacia con las campañas de castigo que tienen objetivos
religiosos y económicos.
El
texto es importante por ser este un periodo histórico sin demasiadas fuentes y
por que acude a las dos partes, la cristiana y la
musulmana.
Su
fiabilidad está en función de la de sus autores, que son parte interesada, el
autor musulmán glosa las glorias pasadas de la estirpe gobernante. En cuanto al
texto cristiano recordemos que la idea de la unidad de España bajo la dirección
de los reyes astures-leoneses-castellanos, tiene en Covadonga su punto de
arranque y en los cronistas mozárabes del siglo IX los primeros defensores,
cuyos pasos seguirán casi todos los cronistas medievales y numerosos
historiadores. Con enfoques diferentes, ambos textos coinciden en la gran
derrota que sufre Abderramán.
Bibliografía
ÁLVAREZ PALENZUELA, V. A. (coord.). Historia de
España de la Edad Media. Barcelona: Ariel, 2011.
MARTÍN RODRÍGUEZ, J.L. Manual de Historia de España.
Vol. 2: La España Medieval. Madrid:
Historia 16, 1993.
MONSALVO ANTÓN, J. M. Atlas Histórico de la España
Medieval. Madrid: Síntesis, 2010.
[1] Anales castellanos primeros. Así llama Gómez Moreno al antes denominado Cronicón
de San Isidoro de León. Breve relato en forma de anales que procede del siglo
X. Comprende desde la predicación de Mahoma hasta la batalla de Simancas (939).
Edición: M. Gómez Moreno, Anales castellanos. Discurso de recepción en la Real
Academia de la Historia (Madrid, 1917), págs. 23-24.
[2] Gestas de los hombres
ilustres. Escrito en su huida al
Magreb donde murió en 1374. José Lirola Delgado: Ibn al-Jatib, saber y poder en
la Granada nazarí.
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